TOCAS MI ALMA POESÍA

Me gusta escribir
cuando el ocaso pinta sus claros matices
en el agonizante cobalto del cielo,
diluyen con luz las tenues estelas grises
lentas subyacen y atestan el yermo suelo;

y paulatinamente ver como el sol duerme,
reposará detrás del lejano horizonte
entonces las brunas sombras todo, envuelven,
un bordoneo, anuncia que llega la noche.

Me gusta escribir
las fuerzas ocultas que conducen al hombre,
fuerzas etéreas que cimientan su destino,
en sus manos transfiguran el brillante orbe
penumbra con luz, esperanza, hecatombe,
añoranza, melancolía, amor, olvido;

esparce semillas de sus maduros frutos
hiel, miel a la orilla del acerbo camino,
a veces aparecen limpios y lustrosos
ensimisman con ahínco, y afán nuestros ojos
pero sólo son de los recuerdos rastrojos.

Me gusta escribir
cuando mi alma surca mis azulados sueños
mármoles blanqueados ornan aquellos templos,
donde por un instante fugaz somos eternos
y tocamos blancos sauces con nuestros dedos;

invade cálida luz la apacible estancia
observo, un baúl bañado en oro macizo
por dentro yace una transparente sustancia,
el viento propaga su dulce fragancia
ahí reposan nuestros anhelos y un suspiro.

Me gusta escribir
cuando la muchedumbre quejosa ha dormido,
y vagan libremente el miedo y el silencio,
cuando el pecho mío por la pena es oprimido
y en el firmamento expande su maleficio
caer en aquellas fauces vilmente vencido.

La bella postal del primer rayo del alba
que se cuela, entre las aras de la nada
con énfasis toca el vidrio de mi ventana
lleva consigo el canto de la golondrina;

abriendo mis ojos entra por mi retina
irisa tonos que refleja el rocío,
inunda con su voz la vida mi vacío,
huye con mucha prisa la muerte mezquina
en mi viejo ropero ella se difumina.