Ella un cielo que llueve letras
Yo un desfile de puntos suspensivos
Ella el antónimo del silencio
Yo la palabra afónica de las cuerdas
Ella la llave detrás del espejo
Yo un espejo sin puertas
Ella el río latiendo hacia la presa
Yo el ritmo en pausa en la gotera
Ella el huracán, el terremoto,
el punto final y el principio,
el anhelo, la espera.
La fuerza del magma en las venas,
ella brotando a mis hojas, sueltas,
en cadena, a pasos agigantados
o a escala de hormiga,
ella el sonido, las letras,
una sílaba, un verso.
Ella impregnando la gota del grifo,
ella llenando el espacio en blanco,
ella implosionando en mis entrañas
y haciendo eco sobre las manos
incrédulas de este punto suspensivo,
ella mutando la piel sobre mis párpados,
ella y yo.
Ella la poesía.
Ella.
Siempre ella
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Autor:
El otro yo (
Offline) - Publicado: 21 de marzo de 2019 a las 22:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, Wavesdarkness, jaquemate
Offline)
Comentarios4
Maravillosa manera de decir lo que llevas muy adentro. Un abrazo fraterno. El Quijote de la Rosa
Muchas gracias
impresionante... sin duda. Ella y tú... juntos, unidos, entre letras, noches, días, oscuridades, alegrías, tristezas.. ella y tú, mutación.
Un amor del bueno, ella y yo 😉
eso si,... sin traiciones.. alejamientos sí, pero saludables totalmente jajaja
Jajajaja uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida
.... todos vuelven al lugar donde nacieron... al embrujo incomparable de su ser... así dice una canción jaja
Este escrito queda perfecto para una canción.
Le diré a mis amigos músicos que le pongan onda entonces jaja
Yo solo podría cantar
Tu Otro Yo, tan basta, infinita, incitante y apacible, tan real e imaginaria..., en fin, cuando abres la reja a tu Otro Yo, imprimes de colores los días de tus lectores. Un abrazo
Bueno me gusta pensar que soy real, con diferentes facetas pero real jaja... Un gusto que estés en mi espacio
Gracias a ti por compartirlo. Es refrescante y esperanzador, un oásis, entre tanta vanalidad y absurdo del día a día, encontrar famas, esperanzas y cronopios, que aún comparten un trocito de su alma. Saludos
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