El suspiro flota hacia donde el aliento del amante lo llama,
y penetra lento el pulmón que lo reclama,
así como los ojos miran poseídos
solamente a la mirada amada,
la lengua vive en la piel donde se quema,
donde se quemó, donde se quemará,
y el corazón palpita cuando se acuesta en ese pecho
sintiéndose eterno.
El amor no tiene dueño,
aunque siempre regresa donde obtuvo alimento.
- Autor: Laura Ontiveros Plaza ( Offline)
- Publicado: 22 de marzo de 2019 a las 13:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri
Comentarios1
Bien !!!
Felicitaciones querida Laura.
Es así, tal cual lo describiste. Ni mas ni menos.
Va y viene... viene y va !
Nada es eterno ni duradero aunque muchas veces lo quisiéramos.
Gracias.
Cariños.
Así es mi querido.
Cariños para ti!!
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