Ayer olfateé la libertad,
Suave desliz de vainilla,
Que endulza la vida,
¡Qué Bonito oír tu voz!
Forzando el azul de mi cielo,
Crepúsculo tórrido que abriga.
Ayer sentí la libertad
A través de mi ventana,
Suave, cómoda, oportuna,
¡Qué Bonito oír tu voz!
Ayer entendí la libertad,
Intrínseca y fugaz, muy frágil,
Como quien no ha sentido el sol,
Pero sabe ser amado.
Ayer conocí la libertad,
Y su seda me sedujo,
Pero yo sigo ocupado,
Mejor búscame mañana.
- Autor: Ignacio Hernández Montero ( Offline)
- Publicado: 23 de marzo de 2019 a las 15:24
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
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