NENA, LA SOLEDAD ES UNA COSA SEVERAMENTE AMBIGUA

Amores de maremotos en flotas bestiales
papeles carmesíes de las mujeres espectrales.
Una noche, como cualquier otra
los esqueletos fuman resquebrajadas ostras.
Recuerdo, en mi garganta 
el abismo de las plantas
que del espíritu amamantan.
Recuerdo mujeres veloces, pícaras, asesinas, sabelotodo, que te dejarían en la ruina porque sí
bruma, violeta, es un tornado, auge de frenesí.
Porque violento al éter consumiendo mi propia mente
sumando ingredientes.
¿Por qué no soy más inteligente y termino ya el juego?
Es que siempre quiero extraer todo el jugo.
Muy cansado estoy de hembras dementes
y de portales de gente.
Las vociferaciones el golpe del tambor, arriba, abajo
por todos los costados
me tiene demasiado cansado.
Quisiera, al menos, entre la vegetación
encontrar la total abstracción
y en mi vientre hacer nacer un mundo
pero muy harto estoy de ser un vagabundo
de las estrellas,
de los escorpiones del desierto
que moriré un día y nada será cierto.
Si al menos pudiese yo asesinar al Dios que me hizo ser maldito
me masturbaría en las estelas
me masturbaría en paraísos de mitos.
Algunas veces estoy cerca de las bestias como tigres, osos, serpientes y tarántulas
¡quisiera poder yo escanciar de vinos rojos y violetas mi médula!
para reconocer cielos y amores de películas.
Y aquí estoy de nuevo flotando en el infinito espacio vacío durmiendo desde el nacimiento nunca ocurrido del cosmos. 
Durmiendo siempre. 
¿Ven a ese niño que se mezcla con plantas?
Flota en el espacio, envuelto en mantas
los ojos tienen antigüedades inimitables
los ojos que dormitan, no son apacibles
son parecidos al fauno tocando flauta,
contra un bodi, al costado del cristal de un rio nórdico
hay piedras, hay calma de piedras
la natura está teniendo sexo.