Una victoria rápida, es el principal objetivo de la guerra.
Si tarda en llegar, la moral decae.Si las tropas atacan
ciudades, su fuerza se desgasta.Cuando un ejército se
implica en una campaña prolongada, los recursos del
Estado disminuyen con rapidez..Cuando el ardor decae,
y también la fuerza, el enemigo tomará cartas en el
asunto para actuar con prontitud.
En ese caso, ningún hombre por sabio que sea,será
capaz de evitar las desastrosas consecuencias que de
ello resulten.
Para evitar este riesgo, en los combates de la vida diaria, debemos saber administrar con sabiduría los momentos de lucha y las pausas, pues el arco que está siempre en tensión, termina rompiéndose y por consiguiente, deja de tener utilidad. En la brevedad de los esfuerzos, está la clave del rendimiento.
Para evitar este riesgo, en los combates de la vida diaria, debemos saber administrar con sabiduría los momentos de lucha y las pausas, pues el arco que está siempre en tensión, termina rompiéndose y por consiguiente, deja de tener utilidad. En la brevedad de los esfuerzos, está la clave del rendimiento.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2019 a las 04:33
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas
Comentarios1
Mi querido Emilio...a veces un prolongado desgaste...tambien conduce a la victoria .-
No siempre los combates, son determinantes en un solo enfrentamiento...tienes el mejor ejemplo en Mahatma Ghandi...para mi una de las victorias,mas gloriosa ,rotunda y definitiva,como de lo que consigue la fe y la perseverancia .-
Aun asi coincido contigo...que ganar con celeridad, ahorra esfuerzos .-
Un muy cariñoso saludo.-
Ana María gracias por tu acertado comentario el cual comparto como no puede ser de otro modo.
Ahorrar esfuerzos siempre resulta conveniente lo mires como lo mires.
Un saludo cordial.
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