BRILLA COMO UN BEBÉ

Paosol

 

Veo un bebé, me sonríe.

Sonrisa llena de magia,

que la alegría contagia 

y acaricia el corazón.

 

Me seduce con su brillo.

Con su ternura, cariño.

Con su dulzura de niño.

Con sus gestos y atención.

 

El me mira, yo le miro.

Un encuentro dé miradas.

Cercanas y muy profundas, 

agradable sensación.

 

Con las miradas hablamos.

Con los gestos entablamos,

un idioma sin palabras.

Que traduce el corazón.

 

Sentimiento de estar vivo.

Recordando aquel instante.

Hermoso y muy distante,

en que el bebé era yo.

 

Cuando la primera luz sentía.

Cuando mi llanto escuchaba.

Alguien quiere que yo grite.

Con energía gritaba.

 

Antes de aquellos sucesos.

En tu vientre me llevabas,

eras tú quien me acogiste.

La vida me regalabas.

 

Me cuidabas con cariño.

Con ternura me mimabas.

Me acunabas en tus brazos.

Por mi sueño tú velabas.

 

Eras mi ángel, mi guía.

Con dulzura me enseñabas.

Mi protección siempre fuiste,

día y noche me cuidabas.

 

Cuando intranquilidad sentía.

Tus caricias me calmaban.

Sentir a cielo, tus besos,

gran tranquilidad me daban.

 

Contigo aprendí jugando.

A caminar me enseñabas.

Con gran paciencia, con calma,

tú la vida me mostrabas.

 

Años de mi infancia aquellos.

Junto a seres que yo amaba.

De juventud junto a ti,

a mí la vida me daba.

 

Cuando prevalecía lo auténtico.

Cuando mi luz yo mostraba.

Cuando el fingir no existía.

Cuando nada yo ocultaba.

 

Con el transcurrir del tiempo.

Mi verdad ya no gustaba.

Más para ser complaciente,

alguna vez ocultaba.

 

Con tanto ocultar sentía.

Que de mi luz, queda nada.

Que mi alegría perdía,

no sabía dónde hallarla.

 

Oscuridad desmedida.

Se va volviendo amenaza.

Se despliega, queda cerca,

me crea desconfianza.

 

Ya en mi vida sobrevivo.

Sin importarme ya nada.

Un buen día me doy cuenta,

de mi luz, casi apagada.

 

Que sombras ya me envolvían.

Con red de muy finas capas.

Que brillar ya me impedían.

Que una tenue luz quedaba.

 

Contemplas tu vida entonces.

Un ser bondadoso hallas.

Que otra posibilidad te enseña.

Que te ayuda, te acompaña.

 

Que te invita a que te atrevas,

a brillar como brillabas.

Como aquel bebé que fuiste.

Cuando al mundo iluminabas.

 

Atrévete a brillar, confía.

Reconquista tú alegría.

Ésa luz siempre está en ti.

No tuvo inicio, ni fin.

 

Tú brillo siempre fue eterno.

Pues nunca terminará.

Siempre existió, siempre existe.

Más por siempre existirá.

  • Autor: Paosol (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de marzo de 2019 a las 07:47
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 24
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