Diosa del bosque
comunicándose con ardillas
levantando templos de roca
cantando alabanzas,
eternamente en la arena
es triste pero las fiestas son tristes
y un batallón de pájaros dorados exhala el humo rosa y caluroso aliento espiritual,
ella tuvo un romance con un árbol.
Ah, la patria desconocida
ah el trueno de hielo que son sus ojos un eterno pozo de agua
de manantial, de rocío matinal
y con sus pies sin calzados
oh, una vida de dejarse llevar,
volar en la infinita y apasionada urbe de la conciencia
oh diluirse y expulsar rayos; qué más da, todo esto ha sucedido antes y que le sobrevenga un rito, y un viaje en el que desnuden todas las aromas, en el que todos los frascos sean abiertos.
Cuando me enamore de nardos y bese el piso orando a las nubes olientes a naranjos
tu dime como controlar mi clima, mi estilo, mis puntadas en el cerebro
oh, todavía no he enloquecido
pero tu dime como… como
y recordar la canción,
y sonreír
y no hacer promesas a tu corazón
y salir a caminar por la arena
y unir las manos.
Ey, esto es entre la aparición y yo.
Tengo que salir y tomar aire, salir a volar entre los edificios muertos,
pero cada mañana recuerdo la canción.
Un día volveré, cuando ella esté llorando
y el oro se haya ido
y sea sólo un jugador,
jugar, jugar y recordar la canción.
Nena, te dije ey
vamos a un viaje cruel
al cementerio… del recuerdo…
¿y qué es ser cuerdo?
- Autor: Emil Epojé (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2019 a las 19:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
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