Ninguna
Félix María de Samaniego (España, 1745-1801) fue un gran fabulador. Escribió “El sombrerero” y otros textos entretenidos y graciosos.
A los pies de un devoto franciscano
acudió un penitente. –“Diga hermano,
¿qué oficio tiene?” –“Padre, sombrerero”.
–“¿Y qué estado?” –“Soltero”.
–“¿Y cuál es su pecado dominante?”
–“Visitar a una moza”. –“¿Con frecuencia?”
–“Padre mío, bastante”. –“¿Cada mes?”
–“Mucho más”. –“¿Cada semana?”
–“Aún todavía más”. –“¿La cotidiana?”
–“Hago dos mil propósitos sinceros...”
–“Pero dígame, hermano, claramente:
¿Dos veces cada día?” –“Justamente”.
–“¿Pues, cuándo diablos hace los sombreros?”
No me creo Samaniego, pero decidí responder, a nombre de “El Sombrerero”, con el siguiente soneto:
Como ve, padre mío, soy certero
al hacer dos sombreros y dos tiros,
pues tiro mientras hago los sombreros
y fabrico sombreros mientras tiro.
Terminar diariamente dos sombreros
es poco, si los hago mientras tiro;
he pensado por tanto en un tercero,
o sea, tres sombreros y tres tiros.
Hasta pienso que es nada en un soltero
que tiene tal pecado dominante;
y sospecho que usted, el día entero,
es fiel y solitario practicante
de lo que Onán propuso sin sombrero
para frailes de oficio mendicante.
- Autor: 000 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de marzo de 2019 a las 11:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
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