Si no te hubiese conocido,
cada quien su mundo habría formado.
Vidas paralelas habríamos tenido.
y jamás nos hubiésemos amado.
Si no te hubiese conocido,
¿qué habría sucedido?
eso, ni Dios lo sabe,
porque si él unió nuestros destinos
fue la mejor variante
que su divina inteligencia encontró
para evitar
que dentro de 100 generaciones,
nuestras posibles descendencias paralelas
guerras interplanetarias hubiesen provocado.
¡Ah!, amor,
si no te hubiese conocido
más temprano que tarde,
por errores en el cálculo divino,
el mundo se habría acabado.
Pero… ¿acaso eso es posible?
¿Juega o no juega Dios a los dados?
Ni siquiera los científicos se ponen de acuerdo.
¿Einstein? o ¿Hawkins?
¡Qué importa!
Lo único real y posible,
no son las estadísticas,
no son los huecos negros
no son los dados.
Es cierto que todos, desde nuestra génesis,
somos obra de la más absoluta casualidad:
¡Todos contra un único óvulo!
¿Quién predice el resultado?
¡Ah!, amor,
pero después de habernos conocido,
ni Einstein, ni Hawkins, ni las estadísticas,
ni los huecos negros, ni los dados,
hubiesen podido evitar lo sucedido:
Pensemos que Dios así lo ha querido,
más de 50 vueltas al sol, unidos,
le hemos dado,
y el mundo sigue existiendo.
y nosotros nos seguimos amando.
Frank Calle (8 /abr / 2018)
- Autor: Frank Calle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de marzo de 2019 a las 10:09
- Comentario del autor sobre el poema: El nombre de este poema responde a esa extraña sensación de que todo en nuestras vidas está a expensas de un continuo azar, contra el que debemos jugar cada día: unos jugándose el futuro a los dados; y otros a la ruleta rusa…\r\nPara el lector no familiarizado con aspectos anecdóticos de la Ciencia, es necesario aclarar que ¿Juega Dios a los dados? hace referencia a una conocida expresión asociada a una polémica que involucró a Einstein y varios de sus colegas. Pero... ¿juega el amor a los dados? Lea el poema y después saque Ud. sus propias conclusiones..\r\n
- Categoría: Amor
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: neosan
Comentarios1
Eso mismo dijo Einsten:
Dios no juega a los dados.
Evoca en mí, un poema se Vallejo: los dados eternos. Se dice que Einsten gustaba de su poesía, y tomó de ese poema para decir la frase mencionada.
Y sobre el amor y sus alcances...diría que el amor es la conciencia de estar vivos.
Muy bueno versos polimetricos.
Saludos
Saludos John.
Gracias por su comentario, muy gentil de su parte.
No había leído lo que comenta sobre el posible origen de la famosa expresión de Einstein, en cuanto al vínculo con la obra de vallejo. Si tiene la referencia exacta se lo voy a agradecer.
El asunto está muy bien documentado en cuanto lo referente a su aparición, en una carta a su amigo, el físico Bohr. Como también soy físico, es algo que necesariamente he tenido que leer y hasta intercambiar con colegas. La cita original es la siguiente:
\"La mecánica cuántica es realmente imponente. Pero una voz interior me dice que aún no es la buena. La teoría dice mucho, pero no nos aproxima realmente al secreto del \'viejo\'. Yo, en cualquier caso, estoy convencido de que Él no tira dados\".
Esa es la cita original en la que Einstein emplea la metáfora por primera vez, en una carta dirigida a su amigo Max Born. Se dice que Bohr le cogió el gusto a la frase, que repetiría sin cesar, para fastidio de sus colegas, en años venideros.
Por tanto, la metáfora de Einstein es sólo una crítica a la mecánica cuántica, que Einstein rechazaba inicialmente, aunque aceptaba que ciertamente el electrón se comportaba como si estuviese al mismo tiempo en más de un lugar, y eso contradice la mecánica clásica o de Newton.
En ese sentido, no parece haber vínculos con el origen asociado a Vallejo, pero tampoco niega que existiese relación, si es posible probar que ciertamente leyo sus obras.
Se sabe además que la referencia a Dios no es por razones religiosas. En eso también hay polémica. Se conoce que Einstein declaró no ser creyente, pero al mismo tiempo en más de una entrevista expresó que la naturaleza era tan perfecta y guardaba tales sutilezas:
“Vemos un universo maravillosamente organizado, obedeciendo ciertas leyes, pero solo entendemos las leyes vagamente. Nuestras mentes limitadas no pueden escrutar la fuerza misteriosa que balancea las constelaciones.\" Es decir, no es un practicante, pero acepta que la propia naturaleza es un misterio para el conocimiento de la mente humana.
Esto lo ratifica en el siguiente comentario:
“Con respecto a Dios, no puedo aceptar ningún concepto basado en la autoridad de la Iglesia. Desde que tengo uso de razón me ha molestado el adoctrinamiento de las masas. No creo en el miedo a la vida, en el miedo a la muerte, en la fe ciega. No puedo demostrar que no haya un Dios personal, pero si hablara de él, mentiría. No creo en el Dios de la teología, en el Dios que premia el bien y castiga el mal. Mi Dios creó las leyes que se encargan de eso. Su universo no está gobernado por quimeras, sino por leyes inmutables.”
Sin más, agradezco la posibilidad de hablar sobre estos temas, aunque me temo pueda no ser de su interés. En fin, solo trato de corresponder con su interés, comentando algunos aspectos que aparecen en las biografías y otros artículos disponibles en la red.
Saludos fraternales,
Frank
Excelente.
Me fascinó su respuesta.
Y claro, es solamente una referencia lo de Vallejo.
Los que me sorprende es la parte de César Vallejo del poema donde hablas de: dados, muerte, mundo, Dios...Al cual cuestiona:
LOS DADOS ETERNOS
Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
tú no tienes Marías que se van!
Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!
Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado...
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.
Dios mío, y esta noche sorda, oscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.
* Y claro, existen creía en el Dios de Baruch Espinoza, eso dijo cuando le preguntaron.
Recibe mis respetos...
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.