Una espina clavada en el interior de mis extrañas, como una flor destinada a florecer; roja como las venas de mi sangre.
En el interior de aquel pétalo suda aquellas lágrimas no entendidas.
Una rosa negra destinada a crecer, sus raíces se alargan en el interior de las fisuras de la misma tierra.
Es aquí entre mis dedos que sostengo una rosa negra, alzo a la luz del cielo para que esos pequeños rayos de luz entren para brindar de la esperanza eterna a mi vida.
Es aquí que sobre las corrientes de la mar dejo marchar todo un pasatiempo de desesperación.
Es aquí sobre el costado de mi pecho donde existe un jardín de flores, he de plantar aquella rosa para que sus manos la arranquen de mis extrañas.
- Autor: Rosa Negra (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de marzo de 2019 a las 23:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Dreamss
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