PAGANISMO

¿No quise alguna vez una juventud de holgazanerías, consagrada a los sueños salvajes, trepado a colinas verdes con galones de cervezas rubias?
Si la sonrisa vaga de joven en fiestas no sale a caminar por la noche, sabré que morí en alguna tumba adulta, rociado de vidas mucho más comunes que la cena servida en la mesa.
¿No quise que todas las chicas se abalancen contra mí, abrir las canillas de la alcoholemia que
rebalsen por el piso, rodar mis cigarrillos, sepultar las distracciones?
Lejos estáis vosotros de entender lo puro, y de entender lo simple; que os sentáis en las sillas de la hostilidad, con mujeres viejas y gordas, de las que siempre os habéis espantado pero nunca alejado.
Estáis inquietos en alma pero vivís con miedo del lance, del recoveco que adormece en vuestra cien y allí dormita el espantapájaros con ánimas dulces. Mientras dormís imagináis la lágrima imperturbable de todo lo que pudo haber sido.
Puedo prometer que alguna vez estaremos allí en lo alto, montados en nuestros pianos multicolores, con ropa adecuada para zambullirnos en paisajes que solo vimos en fotos.
Siendo pareja de todas las mujeres que alguna vez fueron soñadas, como fantasías tan exóticas que no cumpliremos para no acostumbrarlas.
Sé que muchas veces dije que soy más despiadado y supremo, porque repudio el lujo y no se puede discutir, para vivir necesito muy poco, mis estructuras no son convencionales.
Las personas siguen este módulo: si les maldicen pueden odiarte, si se les premia van a darte flores.
Quizás algún día pueda amarte, sin pensar con cuantos hombres te acostaste mientras yo no estaba, nadie me cree cuando digo que estoy loco.