Mis mas fieles compañeros !
Recordando mi niñez
que quedó a la distancia,
mi mente trata otra vez
de revivir esa etapa…
Y se detiene un momento
recopilando los hechos,
de todo ese hermoso tiempo,
de alegres días de juegos.
Aparecen cual mil flashes
adentro de mi memoria;
son ellos los que me hacen
observar mi trayectoria.
Ahí se encuentra el negro Tom",
un bajito muy peludo,
que quedó en mi corazón
por darme su amor tan puro.
Fue mi perro, mi mascota
y mi primer compañero,
amigo que no se compra
ni se vende por dinero.
Llegó su día y se fue,
muy muy alto rumbo al cielo,
pero jamás lo olvidé
pese a otros que vinieron.
También estaba Perlita",
negra, gris y blanca leche,
era mi gata bonita
con ojos claros, muy verdes.
Ella andaba deambulando
por aquí y por todos lados;
en los árboles trepando,
en los techos y tejados.
Cuando quedaba preñada
al momento de parir,
maullaba como asustada
llamando a alguien allí…
Para no quedarse sola
en ese preciso instante,
felina bella, señora,
nunca podría olvidarte.
Y mi madre y mis hermanas
corrían hacia su encuentro,
y al sentirse acompañada
comenzaba el nacimiento…
De todos sus cachorritos,
gatitos de mil colores,
cual de todos mas bonitos;
que bello gesto de amores!
A los días subsiguientes
en un pequeño descuido,
de uno a uno entre sus dientes
los mudaba hacia otro sitio.
Generalmente a un lugar
llamado la rinconera,
con estantes y en el cual
se guardaba vestimenta.
Este era un mueble casero
con cortina como puerta,
que se hallaba entre un ropero
y una pared medianera…
Dentro de una habitación
en donde juntas durmieran,
mis hermanas y el amor
tan inmenso de mi abuela.
Como nadie se atrevía
a sacar a los mininos,
me llamaban y allí iba
a trasladar con cariño…
A esos cinco, seis o siete
diminutillos gatitos,
que su madre como un cohete
muy pronto cambió de nido.
Y yo los depositaba
en su cajón muy mullido,
donde luego los tapaba
así no tendrían frio.
Fue con varios descendientes
que tuve que hacer lo mismo,
porqué yo era el valiente
transportador de mininos.
Y así el tiempo transcurrió
hasta que hubo un mal vecino,
que a Perlita envenenó
no sé por qué ni qué hizo...?
Hubo que sacrificarla
y mi dolor fue tan mío,
porque era mía mi gata
y yo tan sólo era un niño !
Una vez mas quedé solo,
sin mascota como amigo
y pensando como un loco…
Dónde están… dónde se han ido ?
Al poco tiempo el sodero
sabiendo lo acontecido,
en su chata traía envuelto
un regalo muy bonito.
Un obsequio muy pequeño,
todo peludo y chiquito,
blanco nieve que era un sueño,
a poco de haber nacido.
Que inmensa felicidad,
como movía el rabito,
como diciendo aquí está…
yo soy tu nuevo amiguito !
Así fue, Pinki le puse,
otra vez con un amigo
y a los años nunca supe,
creo se habría perdido.
Al cumplir los ocho años,
de mi muy corta existencia,
sobre la calle de barro
siendo una noche serena…
Vi a un gran perro vagabundo,
de pelaje cual melena,
de color del té, mas oscuro,
que me miraba con pena.
Le dije… espera un momento,
voy y vengo, sólo espera,
y de prisa me fui adentro
para buscar que comiera.
No sé si un trozo de torta
o que otra cosa ello fuera,
se lo di casi en la boca
y él me brindó su entereza…
Y nos hicimos amigos
a punto que nadie hiciera,
ningún ademán conmigo
porqué brotaba su fiera.
También Pinki lo he llamado
vaya a saber por qué fuera,
y como adentro no ha entrado,
el dormía en la vereda.
El hecho es que no dejaba
pasar a nadie por ella,
por tal razón yo lo entraba
al jardín, que allí estuviera.
Era un guardián absoluto,
cuidador de mis estrellas
y protector cual ninguno
que en mi vida nunca hubiera.
Después de tantos pedidos
a mis padres que le hiciera,
logré mi gran cometido,
que ellos le permitieran…
Entrar dentro de mi casa
y que allí permaneciera.
Pues carácter, le sobraba
pero conmigo, una seda.
Tal vez por temor, mis padres,
un buen día decidieran,
a un vecino, el perro darle
sin que yo lo presintiera.
Y así lo llevó muy lejos
donde nunca mas lo viera.
Quizá contaron un cuento
que hoy no viene a mi sesera.
Tuve una hermosa canaria,
cardenal, cabeza negra,
tortugas, una de agua,
loro, y dos pollos con cresta.
Todos fieles compañeros
de mi bonita niñez,
pero ninguno de ellos
como mi perro lo fue.
Bravío cual no hubo otro.
Fiel y bueno por demás.
Te veo al cerrar mis ojos.
Jamás te podré olvidar !
Luis A. Prieto
martes, 28 de noviembre de 2006.-
- Autor: Lualpri ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2019 a las 01:24
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, anbel, María C., ADANS BECMAN, Ma. Gloria Carreón Zapata., Yamila Valenzuela, Elena. DC, Fantasma Enamorado, MANZANILLA
Comentarios7
Estoy maravillada amigo Luis,
de como cada uno de estos animalitos impacto tu vida
y te dejo vivencias que ahora nos compartes.
(te cuento que por 20 anos tuve una tortuga
dentro de la casa, hasta que me cambie de casa y un día se salió)
ya no la encontré, era coqueta y educada.
ABRAZOS Y SALUDOS , FELIZ NOCHE
No sería *MANUELITA* la que se fue a París y por esa razón no la hallaste mas ?
Según me han comentado por ahí, que ella vivía con una señora poeta que escribía muchos versos eróticos, ardientes y excitantes y la pobre tortuguita no aguanto mas y se fue en busca de alguna alegría vio ??? jajajajajaja
Para mi que era la tuya !!!
Cariños mil Ali..!
Feliz noche debe estar pasando la tortu...!
JAJJAJAJJ PUEDE SER, COMO YO TENIA GANAS DE IR A PARÍS
Y NO TENIA PARA EL PASAJE, SEGURO ELLA SE FUE POR MI, (SE LLAMABA SABRINA)
SE LA ENCONTRÓ MI HIJO EN LA UNIVERSIDAD, UN DÍA QUE LLOVIÓ MUCHO.
CUANDO YO LE LLAMABA SALIA DE ABAJO DEL SOFÁ Y SALIA MUY COQUETA Y SACABA LA CABEZA MUY GARBOSA EN ESO SI SE PARECÍA A MÍ. SALUDOS DE SÁBADO (ESTOY DESVELADA)
Quizá !
Sigues teniendo alma de niño amigo Luis. Felicidades por tu poema.
bambam
Se pierde sólo con la muerte...
Al menos eso creo.
Saludos.
Luis.
Olé tú, que bonito, y que re-bonito!!
Todos hemos tenido animalillos así, que nos han impactado el corazón.
Un abrazo
Mil gracias Maria por tus palabras.
Cariños.
Hermoso poema a tan grande familia, esa que recordamos con tanto cariño, yo también recuerdo mis animales de niño, y siguen jugando en el fondo del alma, aún tengo unos canarios y jilgueros, que dan compaña y alegran el día a día...Hermosos recuerdos muy bién retratados...Un abrazo de los dos.
Gracias amigos !
Muchas gracias !
Anonadada con su maravillosa historia contada en versos, tanto así que mi niña interior disfrutó de la lectura conmigo. Precisamente ayer la estuve haciendo de comadrona con una gatita que nos regaló tres mininos. Son maravillosos y muy sabios. Hermosas remembranzas, un lujo la lectura estimado autor, gracias. Un bendecido sábado para usted.
Mil gracias señora. Es un honor para mi, su paso y comentario por este humilde lugar en donde me encuentro.
Buen sábado.
Precioso, precioso, precioso mi querido Lualpri, esos recuerdos de niñez que nos dejan marcados, en un buen sentido.
Apapacho!
Gracias Chachita..!
Apapacho !
Quien ama a los animales es buena persona..
que lindos tos los describes parce que los estaba viendo...
felicidades amigo
eres un gran poeta
Hola elenas...
Es que fueron reales en mi vida.
Me olvidé de mencionar a Tony, un perrito caniche marrón que no hacía caso para nada.
Gracias por tu paso.
Cariños.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.