Procede como un relámpago:
La discontinuidad de las cosas-
Inmersas en nuestra visión de las cosas-
Apenas diferencia el abandono del olvido, la anestesia de la paz.
Ocurren el dolor y el hastío como dos gemelos maniatados, río
Y reflejo, imagen y contrapunto,
La máscara de la comedia y la carne podrida, exhumada.
Pero también hay uniones que ensordecen el trueno y conmueven hasta los átomos,
Que dan cuerda a las crónicas manivelas de las segundas oportunidades;
Al punto de ignorar el sitio donde se quiebra el cuello de la noche, la inocencia de los niños,
La paciencia de quien ama-
ba.
Así, entre fracturas y superposiciones va gestándose un mapa,
En una superficie que, a su vez, replica y desdice lo permanente
Y lo interrum
Pido, quizás, una palabra que salga de mi boca, pero con tu voz
Y que conquiste los extremos, anudando la soga cortada (¿Fue libertad o desesperación?),
O deshilvane de una vez por todas la imposible figura del tapiz, en un horrendo alivio, en un secreto a voces.
Tal vez sea un silencio, el calibre preciso de unos ojos (¿eran tuyos? ¿aún en mis cuencas?)
Que miran el mundo y le adjudican una necesaria coherencia, harto inexistente.
Por suerte, esta lluvia malherida es capaz de adoctrinar nuestras incertidumbres.
- Autor: Necrofagotimes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de marzo de 2019 a las 02:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.