EMPLAZAMIENTO

Si en el teatro de la vida
esta vez te ha tocado estar al fondo,
en las últimas filas,
si no consigues comprender la trama,
por la miopía, por la distancia,
no te conformes.
Para otra vez, intenta cambiar de plaza.

Si te tocó por el centro,
en esa zona de butacas que te permite oír
y ver de forma clara lo que sucede en las tablas,
disfrútalo y súfrelo.
No te contentes con estar.
No te conformes.
Tal vez aprendas y mejores
o, en el futuro, puede que no veas nada.

Si por desgracia, o por fortuna o por casualidad,
por talento o por mérito, propio o ajeno,
ocupas esa zona privilegiada
donde se ve, se participa,
se interpreta y se canta;
si, por tu buena estrella o tu tesón
o por tus ganas,
participas en la escena,
en ese caso no te puedes conformar,
ni descansar,
si no has conseguido ver,
si no logras que te escuchen
y escuchar
no solo a los primeros,
también a los de atrás.