Siento la extensión.

Inmovil en blanco

Busco las palabras para empezar,
pero no las encuentro.
Es complicado de empezar,
tratar de explicar que no me adapto.

No me siento preparado para el tiempo,
temo los caminos del futuro,
la extensión de cambios,
que me dejan en un pozo de confusión.

Miro a las personas, con odio y amor,
desearía que se acercaran,
a nada más que hablar.
Pero sin su móvil no se comunican.

Las personas cambiaron su alma,
por chips de máquinas,
desecharon de su interior a su paloma,
encerrándose en una jaula de soledad.

Quizá ya no exista la amistad verdadera,
y solo nos comuniquemos por emoticonos.
Con los corazones vacíos,
mostrando una cara diferentes al exterior,
mostrando las carencias de su interior.

La gente camina sin sentido,
los veo correr por todas las calles,
y no veo que lleguen a ningún destino.
Vacíos de pensamientos, de sentimientos,
caminando como muertos sin morir,
"estar vivo no es lo mismo que vivir".

Mostrando indiferencia a la tristeza,
sin mostrar gestos ante sufrimientos ajenos.
Solo valoramos lo que reside en el ombligo,
olvidando lo que llora al rededor.

Mirando a la gente indigente,
como parásitos sociales.
Luego llegarás a tu casa después,
llorando por no tener el mejor teléfono,
mientras otro duerme en el banco.

Rechazando la diversidad social,
cuando en la diversidad reside la belleza,
de una sociedad multicolor,
multicultural, dando amor a quien sea.

Sin mirar el color de su piel,
mirar lo que tiene en su corazón.
Por dentro somos todo lo mismo,
cuerpos de carne y hueso,
de emociones y lamentos,
de risas y lágrimas.

Culpando al vecino negro,
por tú estar en la cola del paro.
No hermano, es culpa de la globalización.
El escasez no nace del inmigrante,
nace del jefe inhumano, de su explicación.

Mano de obra barata en Asia,
me da igual si no les da ni para pan,
vas producir para que crezca mi empresa,
las personas me van a hacer rico,
y tú me vas ayudar siendo un esclavo.
Aprovecharé tu hambre y tu miedo,
para que hagas lo que yo quiero.

Miro a las personas a los ojos,
viviendo en un mundo superficial,
soñando ser como algún modelo,
olvidando el cuerpo es como el tiempo,
se deteriora como las rocas por el viento.

Quizá el amor se quedó en el olvido,
pues no reside en el físico,
reside dentro del jarrón llamado cuerpo.
Donde escondemos los sentimientos,
a cambio de pensamientos de adaptación.

Cambiamos nuestra propia persona,
para imitar la superficie de otra,
cambiando lo que nos hace ser,
para ser quién sabe quién.

Luego en el espejo se reflejan cosas,
quizá ya no veas tu cara,
y solo veas una sombra,
que sin sentido, viene y se va.

Todas las sociedades sometidas,
por algunas monedas,
las que sobren de los ricos.
Creamos nuestras propias guerras,
gracias a la televisión,
odias sin ningún motivo,
y entre nosotros nos matamos.

En los despachos, trajeados con corbata,
cada uno con su rostro,
pero todos con el mismo interés y final,
ganar dinero.

El pueblo enloquecido con ideas falsas,
las persiguen sin preguntar,
simplemente se limitan a odiar.
Siempre habrá algún enemigo,
porque no sabes dar amor, solo odio.

Se nos hace difícil sentir amor real,
en un mundo que te enseña a odiar.
La enviada, la avaricia, la indiferencia,
nos crían para ser máquinas de odiar.

Quizá ya no exista la empatía,
qué más da lo que le ocurra a mi vecino,
yo estoy muchísimo peor.
Eso también es egoísmo, lo creas o no.
El mundo es demasiado grande,
como para llorar por un solo hueco.

Continentes de por vida explotados,
por ser más naturales que los ricos.
El castigo de África fue tener oro.
Qué irónico, su dueño, pobre,
un desconocido señor, rico.

Es triste, pero es cierto,
a pesar de ser el sustento del mundo,
no tienen si quiera para comer.
En una alejada punta,
lloramos por no tener el mejor coche,
al otro lado, llorando la escasez de agua.

Personas que se sienten libres,
sin mirar el camino que andan,
corriendo hacia ningún final,
con vendas en su mirada,
sin ver que por detrás, te mandan.

Encárgate de ser responsable,
estudia, también trabaja.
Siempre estarás condenado a pagar,
si no caminas el camino que te indican,
quizá tu vida sea un desastre.

Quizá ni si quiera sepamos de libertad,
a penas sabemos de la felicidad.
En un mundo donde la depresión es normal,
construyendo ilusiones falsas,
de nosotros mismos, para ser algo en la vida.

Qué fue del arte, que creaba una revolución,
quizá fue callada, o quizá controlada,
para que nadie sepa ninguna verdad,
y que sigan sus vidas en una mentira.

Ten siempre mucha prisa,
que enseguida te quedas atrás,
nunca serás nada en este sistema,
si no temes al tiempo.
Va demasiado rápido, en esta sociedad,
donde no premia la tranquilidad y la paz.

Nos basamos en consumir,
llenar nuestras vidas de materiales,
mientras estás condenado a producir.
olvidando tus sueños de pequeño,
para ser una persona domable.

No tengas ningún pensamiento crítico,
mejor ganar dos duros,
tirado en el sofá, viendo al televisor,
unas cañas y unas pipas,
mientras veas tu vida pasar.

Para qué quejarse de esta mierda,
que gira y gira sin parar.
Donde naces programado,
para que seas una persona dócil y boba.
Escribe tus pensamientos en un folio,
y dime realmente si eres feliz,
en un mundo de injusticias.

Humildad, humanidad, dónde están,
'¿Cuándo dejó el ser humano,
de ser humano?'
Solo máquinas vacías,
que se limitan a respirar,
sin preguntar nada, conformándote
con las respuestas a las preguntas de locos.

Desearía que el mundo se detuviera,
cambiar el día a día de cada persona,
enseñar a amar sin condición,
enseñar que solo somos seres vivos,
y que al final, todos somos lo mismo.
Negro, amarillo, pobre, rico, blanco,
solo somos humanos,
en un planeta repleto de belleza.

Bosques deforestados,
para grandes fábricas,
quizá para centros comerciales.
Quizá para maltratar al terreno,
para sacar beneficio de la naturaleza.
Animales condenados a ser comida,
nacidos para ser torturados para tu mesa.

¿Por qué rechazamos nuestro hogar?
No entiendo por qué nos hacemos daño,
por qué no vemos la libertad ni la felicidad,
por qué nos encadenamos a la rutina,
por qué aceptamos sus doctrinas,
por qué el tiempo solo acelera,
por qué tienes que caminar si preguntar,
por qué solo valoramos lo superficial,
por qué nos matamos sin preguntar,
por qué no pensamos en nada,
por qué rechazamos sin preguntar,
por qué nos callamos, si el alma quiere hablar,
por qué no nos preguntamos nada,
por qué perdemos la vida,
por qué no miramos más las estrellas.

Hombres con traje, hombres en la calle,
mujeres en la cocina, otras prostitutas.
Blancos glorificados, lo demás rechazado.
Guerras sin motivo, la paz en el olvido.
La sociedad callada, con la cabeza lavada.
Los pensamientos ciegos, sentimientos mudos.
Ojos con odio, y corazones sin amor.
Sociedades dormidas, viviendo pesadillas.
Hambrunas, pobreza, desigualdad.
Dolor, tristeza, orgullo, egoísmo.
Avaricia, indiferencia, egocentrismo.
Son algunos motivos,
por los que no me adapto al sistema de robots.

  • Autor: Inmóvil en blanco. (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 31 de marzo de 2019 a las 19:40
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 14
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