Pausada, sigilosa, silenciosa,
Enfurecida tal vez,
Siento como te levantas y me persigues cada mañana,
Entras en mí cabeza sin pedir permiso
Te adhieres y reposas a mi lado, sin decir una palabra,
Y allí, siempre inmóvil te rehúsas a dejarme solo,
Aunque sea un instante,
Yo te observo,
Tengo la sensación, de que, en cualquier momento,
Me vas a abrazar con frenesí,
Vagas en mis espacios con el firme propósito
De seguir mis pasos, de absorberme el aire,
De quitarme el pensamiento, de vivir solo para ti,
No cuestiono esa actitudes, pues se,
Que las provoco al amarte tanto.
Reconozco que me es inevitable dejar de mirarte
Lo hago todo el tiempo, estoy enamorado,
Mas, comprendo así, porque tu imagen cada mañana
Viene conmigo, sin que tú lo sepas.
Bendita tu imagen entonces,
Mujer que me tiene a tu merced
En tu manos,
A tu antojo.
- Autor: Gustavo Gerez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de abril de 2019 a las 07:45
- Categoría: Amor
- Lecturas: 48
Comentarios1
Bellas tus letras.
Saludos, Angelwanda
Gracias por leerlas, es un placer saber que pasaste por ellas
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