A los ojos de aquella mujer
No es tu cabello negro y blondo
Los que me tienen deslumbrado.
No es tu voz, que ya es mucho decir
Ni tus labios partidos, ni tu sonreir
Los que me tiene impresionado.
Son tus hermosos ojos color pardo claro
y tu mirada tierna que me tiene embrujado.
Ojos color miel que muestran lo mejor
de la ternura y la dulzura de tu alma
germinada y enamorada.
Es el misterio que emana
del alma que se refleja
y me ofrece un mundo de virtudes.
Hermosos ojos que anuncian y prometen
un tiempo pleno de placeres.
Déjalos, que hablen ... quieren decir algo,
no ves que todo lo ven y todo lo callan,
con su eterno silencio y su callada mirada,
y la promesa de un paraíso a su lado.
En la eternidad de aquella fantasía
visual y profunda,
algo moría.
Inquiriendo saber el futuro cercano,
ya lo viste ... allende los mares ...
el presente se volvió lejano.
Los ojos que un día me regalaste,
quieren confesar lo que el corazón siente,
deja que navegue en lo profundo de tu mirada,
en esa mirada, tan inmensa, tan intensa,
déjalos que hablen y digan su verdad,
que romperían con la soledad.
Aquellos ojos que conscientemente
me los ofreciste
sin tener en cuenta que soy un inconsciente
apasionado y vehemente.
A los ojos de aquella mujer
que volteó la mirada.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.
- Autor: Antonio Encinas Carranza ( Offline)
- Publicado: 4 de abril de 2019 a las 09:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
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