Simplemente.
Se veía a través de las rosas, se veía... Era tan maravillosa como una poesía. Se veía...
Se veía ser perfume de jardines, se veía... Serafín de serafines su bellaza parecía. Parecía...
A nadie más que a ella se le iba a llorar más: ni a esa que era estrella ni a esa tan fugaz. No habría otro camino ni huella ni lugar (sin ella en mis latidos, era tonto caminar).
A la altura de una vida se me fue como si nada: sin el arma, sí la herida y con suerte con palabras. A solas quedó el alma, la vida, el corazón, y mi noche y su mañana que separa sólo el sol.
A veces va una rosa a aromar con su recuerdo, pero tibia, tan borrosa, que yo casi ni la observo. La mujer que tanto amaba ha perdido su belleza como yo perdí la calma y la imagen de mi fuerza.
Se veía a través de las rosas, se veía... Era tan maravillosa como una poesía. Se veía...
Se veía ser perfume de jardines, se veía... Serafín de serafines su bellaza parecía. Simplemente parecía...
- Autor: Danny McGee. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de abril de 2019 a las 00:07
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: PECH, Sharon Ximena
Comentarios2
Un poema casi celestial, saludos Danny
Se hace lo mejor que se puede. Lo hice yendo a casa, en el metro.
Un abrazo, Sharon.
Lindo, muy lindo!
Sophia
Gracias Sophia. Un abrazo.
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