Soñé con el sol en mi puerta, le abrí y él quemó mis esperanzas,
Le conté a la luna clara mi sufrimiento y a carcajadas estallaba,
Luego corrí hacía el bosque inmenso y de los árboles prendí mi alma
Y el viento huracanado arrebato mis brazos y me hundió en el corazón una daga;
Arrastrándome llegué hasta las claras aguas del mar a bañar mis miedos
La arena me amarraba arremolinándome movediza como prisionera de barca
Tratando de salir extendiendo mí corazón para agarrarme de esa playa
Y sin darme cuenta me hundí ahogando mis pensamientos, helando mí pecho;
Entre más me movía, más me hundía, saque fuerzas de donde no tenía
Y empecé entonces a liberarme de la atadura que aprisionaba mis ansias,
Volví al claro que entregaba la luna, era un sendero de ilusiones frustradas,
Caminé sin cansancio rompiendo mis pies tras la dureza con que me trataba,
Sin embargo, cerré mis ojos suavizando mis heridas con una nueva alborada;
Me alimenté con la luz de una aurora y recuperé mis fuerzas casi agotadas,
Construí nuevamente mi horizonte abandonando uno a uno mis fracasos,
Tracé otros senderos donde mi vida poco a poco se veía recuperada,
Y entonces le canté al sol aquel que un día mis ilusiones quemara,
Le hice honores a la luna que descarada de mis emociones se burlara;
Amé de nuevo el viento porque los temores de mi arrancaba,
Y suspiré en un ocaso lleno de colores que mi vida tomaba,
Le dije a Dios Gracias, por haber recuperado la esperanza en mi alma.
DOMOTA
- Autor: DOMOTA (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de abril de 2019 a las 12:37
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema es hecho para aquellos quienes nos hemos sentido perdidos, pero hallamos una salida siempre de la mano del creador
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 22
Comentarios1
El alma, inquieta inquietud que se desmorona cuando la vida nos pone a prueba y todo nos sale mal.
Pero que alegría cuando salen bien nuestros proyectos el alma se transforma en la identidad más buena de la existencia.
Un beso con el alma.
Gaston gracias por tu beso, el alma lo toma con gusto. Saludos.
Cierto, nos perdemos y nos sumergimos en la desazón, nos quedamos por ratos en ese gris oscuro, sin encontrar los colores que la vida nos regala; pero, la luz siempre gana.
Un abrazo
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