Dueño de todo y nada para el que vive,
Aquel soñador en busca de inmortalidad
Sobre el lecho de su tumba, que cultive
En generación tras generación su doctrina
Porque la muerte es el fin para el mortal
Que cuenta el tiempo y el comienzo para
El que trasciende, el recuerdo ancestral
Añora resurgir de entre las ruinas del ayer.
Era que no empieza ni termina,
Infinito como la vida misma; necesitado
De por quien existir y por quien ser creado
Tiempo que pasa en días, meses, años
Y perpetuará, como las hojas que caen
Una a una del milenario árbol de la historia
- Autor: Melina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de abril de 2019 a las 03:21
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 58
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