abrieronse las puertas eternas
para recibir a aquel pobre infante
que fue asesinado de una manera tan perversa,
despiadada y cobarde;
Dios hizo un hueco en su pecho
para cobijar su alma tan tierna
que malditos arrebataronle su vida
sin remordimientos de conciencia.
su sangre se virtio como un rio carmesi
y su inocencia se extingio junto con su vida;
una madre solloza desgarradoramente infeliz,
asesinaronle al hijo de sus entrañas, al fruto de su vientre
y los ruiseñores entonan endechas para ella
en este ocaso frio y gris.
- Autor: nando_barra (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de abril de 2019 a las 23:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: nando_barra, Ana Maria Germanas
Comentarios1
Tristisimo Nando...llevaste a tus versos, la peor de las angustias .-
Me conmoviste.-
Un cariñoso saludo.-
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