El Más Breve Instante

Prefiero vivir un minuto de vida contigo,

Que una eternidad en la oscuridad y sin tu abrazo,

Prefiero resignarme a que el tiempo,

Se encargue de apagar mi tibia mirada,

Que vivir entre la luz de un silencio,

Donde no haya podido escuchar,

Lo dulce de tus palabras.

Prefiero llevar tu perfume en mi pecho

Por el más breve instante,

Que haber vivido en medio de un rosal intenso,

Donde no hallara tu delicado aroma,

Sino espinas amargas, todas ellas sin nombre.

Prefiero sentir el calor efímero, de un mediodía sin sombra,

Y apagar mi sed de amarte con tus caricias, en pocas horas,

Prefiero ello a vivir bajo la sombra de abedules frescos,

Con aire atrevido, pero sin el aliento de tus besos,

Y de tu amor que sonroja.

Prefiero haber sido la orilla paciente de un viejo río,

Y así haber besado de forma fugaz,

Los labios de tus aguas cristalinas,

Que ser el azul de un mar inmenso,

Donde moran impacientes, todos tus sueños,

Y un poco de los míos.

Prefiero ser el otoño y el aroma añejo de flores ya sin nombre,

Y haberte amado con la intensidad de un breve instante,

Que ser una eterna primavera, pero sin flores,

Y mucho menos aquella… que no lleva ya, tu dulce nombre.

Prefiero ser el pequeño instante de tu amada mirada,

Que ser el viento pasajero,

Acariciando tú cabello como raptor nocturno,

Y olvidarme en silencio,

Del eco de tu Amor en plenilunio.

Te quiero tanto, a pesar de saber,

Que tan solo soy... un breve instante.