Con cual gracia sus negras lunas
se posaron en mi cuna de alfajor,
contemplaron mi oasis y mi caos,
bebieron gota a gota
mi vino y mi honor.
Mi nombre estuvo en su boca,
su boca que toco uno a uno mis lunares,
y con hambre atrasada
se colmó del almíbar de mi ser.
Mi calle desierta fue habitada
por el dulce canto de un gorrión,
llegando a ser mi pueblo su patria,
y mis manos temblorosas
refugio a la mentira
que evocaba su pupila.
Hoy al contemplarlo
tan humano en otros brazos,
tan vivo en otra carne,
tan niño en otra risa,
de mis diáfanos soles
sal seca brotó,
más se hizo húmeda al recordar
su beso y su te amo,
cuando estaba...
¡anoche entre mis brazos!
Lore Cruz
Madrigal de Luna
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Colombia
- Autor: Madrigal de Luna (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de abril de 2019 a las 00:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, PECH, VOZ DE TRUENO😉, Nacho Rey, Pajarillo
Comentarios4
Muy bellamente bonito !
Gracias.
Gracias Lualpri.
Un abrazo
Que hermoso escribes amiga.
Te saludo con mucho afecto!
Y no es mentira...
Voz de Trueno, te creo y no es mentira
Un abrazo
Asi sucede cuando lo que un dia fue ya no es. Lindo.
Saludos poetisa
Y se vuelve arte lo que ya no es.
Gracias Fantasma
Derramando tristezas tu poema.
Abrazocito
A veces pasa, las letras se entristecen un poco.
Un abrazo bambam
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