Yurra

Yurra

Conocí hace un tiempo a una hermosa mujer,
Me encantaban sus ojos de mar y sus labios de rubí.
Era maravilloso hablar horas enteras, sobre poesía
o su vida que era un extraño poema de decepciones,
con su acento francés y su vocabulario escogido.

Quizá los malos entendidos o los celos disfrazados,
se la llevaron lejos y crearon muros odiosos.
Siempre la recuerdo, ya no hay con quien hablar,
lo que con ella hablaba, con su desparpajo bohemio,
con su ánimo de vivir, sus ganas de aprender,
me encantaba su figura menuda, su existir.

Pero esas cosas de mujeres, que las hace enigmáticas,
deliciósamente extrañas, cuando mas se las necesita,
se alejan como una flor que descuidadamente cae al río
y se va con su aroma y belleza, segura que nunca se marchitará.
Y nunca se marchito, como mi alma si lo hizo sin ella.

Yurra, mi amiga de tantas lunas, me confesó secretos,
le confesé los confesables míos, la extraño, la extraño tanto,
que mi alma sonreiría al saber que estas letras llegan a ella,
así no las lea, así las lea y no le importen, que sepa simplemente
que nunca la odié, odié con toda mi alma lo que pasó,
la estúpida decisión de apartarnos, sin explicación, sin un adiós.

Mi alma la presiente con sentimiento emocionado,
al pensar que una vez mas y sin temores, sin prejuicios,
pudiera decirle que el mar de sus ojos y el rubí de sus labios,
es el tesoro que mas me ha dolido perder,
que quisiera volver a escuchar su voz, solo eso.

Pero se que no podrá ser, que quizá ya ni se acuerde
que un día pasó por mi vida y me dejó su aroma para siempre,
que fue una mas, la mejor, de las que el egoísmo me robó,
solo necesitaba su voz, su esencia, su carisma,
su amor ya estaba comprometido, el mio había quedado mudo
y vagaba por calles oscuras, solo buscando sobrevivir.

Soy enemigo de pedir perdón porque la ofensa queda,
quisiera que el tiempo retrocediera, no haber sido cobarde
al no decirle: te necesito a mi lado, así deba callar.
Como te extraño, mi Yurra, nunca te quise decir: Te amo,
por temor a tu huida y así, te fuiste sin escucharlo...

Ron Alphonso

13 Abril 2019