Una mañana Natalia me invitó de viaje

Una vez más, desperté sorprendida

Entre papeles urgentes y las tintas;

Entre los recuerdos y los nostálgicos momentos, de ida,

Entre el amor de azul, que le canta en colores a mis versos.

Una vez más de blanco recorrí en la vida engreída

Entre los sueños de noche y las verdes cintas

Entre las calles blancas sin los tristes pensamientos, entre sabios y los perfumes de la vida

Entre el calor a mediodía.

Una vez más me sorprendió el canto, pero no dormida

Entre mis geranios rojos alegres,

Entre ruiseñores y mi luna partida

Entre mi alma de azul cielo y entre los dormidos árboles.

Una mañana Natalia me invitó de viaje

Entre mis tareas pendientes

Entre mi voz humedecida

Entre este tiempo sin luz, que corre suelto y lleno de voces.