Lloro y llueve.
Mis lágrimas son la danza del cielo que anuncian tristeza.
Proclaman, se esparcen en su insistente paso, y se convierten en tormenta.
Son la furia que llevo dentro de mi.
El viento potente es el miedo que llevo en las desgarradoras noticias.
¿Que he hecho mal? Si tantos seres que desaprovechan las oportunidades, yo que la he anhelado, me he ganado un balazo en el corazón.
La furia es un instante, como la tormenta... pero el plomo que atraviesa tu cuerpo te hace esfumarte.
El presente es tan poderoso que hace 5 segundos ya es pasado.
Y nadie puede corregir mi muerte.
Ni la muerte de todas esas mujeres, ni la de todos esos niños, ni la de todos esos estudiantes.
Hace 5 segundos que un instante se convirtió en eternidad.
Pero lo olvidamos con la comedia televisiva de las 8 de la noche... cuando baños de sangre rodean la coudad. Y las risas del pueblo, hacen que olvidemos el toque de queda.
Me convierto en tormenta y no dejo de llover y llover.
El temor a invadido las cuadras y los perros ladran y las vecinas no hablan.
El susurro de un jueves por la mañana se convirtió en balazo.
Y el desayuno de un compañero fue su último bocado... porque nadie imagino que iban a encontrar su cuerpo colgado.
Y me retuerzo y me bebo el ácido impertinente de este día... y huyo y no puedo... todo ha pasado.
5 segundos para morir.
5 segundos...
Y otros 5 segundos... para olvidar lo que ha sucedido.
#UAZ #NiUnaMenos
- Autor: Nadia Almazán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2019 a las 22:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, Lualpri
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