Del tránsito entre el fin del sueño
Y el despertar e ir a dejar de ser
Precisamente dejarse ser; trabajado
Por los días /asesinos humanos/
Sin ningún remordimiento
Sin ningún cuerpo tampoco
Rostros desalmados, cargos y sueldos
Jamás nunca no hubo una batalla
Aunque durara el paso del rayo
En aquel pensamiento presente
De la muerte en cualquier instante
No tan lamentable como el hecho
De vidas o sucesiones inauténticas
¿Qué es lo no auténtico?
No sé sabe. No queda claro
Aún más allá de la sobrevivencia
¿Qué hay más allá del día de mañana?
Permanece uno en la promesa /La ruptura
o diferencia, la posibilidad de la caída/
De saber porque la espera, de saber o no
Si hubo o no una espera y que hacer ya luego
Y la necesidad de despedirse
Siempre de no sé qué, intuición
De cruzar puertas y cerrarlas de cabeza
Con la llave imaginativa del final
Jamás nunca no hubo una batalla
Entre abrir los ojos y retirar el velo
De lo impostergable jamás nunca no
Hubo una batalla por cierto, indiferente
Entre mojar el cuerpo o no, darle de comer
Que y cuánto, cómo arroparlo y de qué colores
Tornarlo mensaje, cuánta lucidez en su imagen
O cuánto delirio, decisiones que pudieran ser
Intolerables, que darle al otro que oír
Cuáles miradas o elegir gestos y el clásico
Dilema de como ocupar el cuerpo en el espacio
Hubo una batalla por cierto a muerte, indiferente casi
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- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 16 de abril de 2019 a las 11:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
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