Mi desierto
ante el único Dios,
es tan inmenso y verdadero
como ilimitado...
Soy su viajador
bajo el sol del firmamento,
y lo confuso y difuso
se pasea por mi cerebro iluso...
Pero me consuelo,
con el gran canto del corazón
subiendo a mi voz,
y de entusiasmo me extasío...
Y con afán sediento,
recorreré el arenal extenso
con mi cruz al viento,
hasta su gran oasis en el cielo...
- Autor: el brujo de letziaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de abril de 2019 a las 13:07
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Claudia800717, CARMEN, Sophia Sea
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