Temblando, cuerda requerida en soneto,
ligero compás, acompaña el amor,
porcelana que quiebra el tiempo,
beso de almas en verano.
Raíces que ensanchan el barro de mi pecho,
Y anidan en mi húmeda estela,
Lumbre donde guardo mis herencias,
Morada del pasado en alba.
Ángel intangible,
Tesoro de palaciego mirar,
Sincronía prismática,
Tu avellana y mi palpitar.
No hay espacio para el soneto triste,
Solo el placebo de sentir el alma,
El fuerte quebrantar de las olas,
Los te amo son eternos.
- Autor: Ignacio Hernández Montero ( Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2019 a las 00:29
- Categoría: Amor
- Lecturas: 50
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