Y aún hoy sí la veo, sí acaso la veo, me ahogaría en lo profundo de sus ojos,
y me perdería en el mapa de sus lunares.
Con un ósculo cumpliría la promesa que algún día nos hicimos
y que el viento se llevo sin preguntarnos.
Sí hoy acariciara los pétalos marchitos de la flor que se pierde en su piel,
caerían como hojas en otoño, tristes y sin rumbo,
con apenas un poco de vida pero ya sin esperanza de volver a nacer.
Sí por mi herida que aún sangra se derrama otra letra o quizá algún verso
te pido lo recojas y lo abraces pues;
será la última gota de sangre que brote de mi cuerpo
y será ese el recuerdo que tendrás de mí.
- Autor: Francisco Garrick (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de abril de 2019 a las 01:23
- Comentario del autor sobre el poema: La tristeza del poeta al imaginar a su musa lejos de el y la esperanza de que ella lo lea por última vez.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, anbel, El Hombre de la Rosa, Micaela
Comentarios2
TODAS LAS DESPEDIDAS DUELEN
... Y MUCHO , MACHISIMO
SON COMO UNA HERIDA QUE NUNCA CIERRA.
ABRAZOS Y SALUDOS AL LEER.
Tus sentimientos son personales y no hace falta ofender como lo hace la desconocida dogma en su comentario.
Un placer pasar por tus sabias letras estimado Francisco.
Críspulo escribiendo desde España
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