Paseaba por la pista,
con su capa y su sombrero.
En aquel espejo entero
se sentía narcisista.
Póngame usted mi canción,
la de Adriano Celentano.
Me recuerda aquel verano,
besando en un callejón.
No constaba en repertorio,
no sonaba ni cercana.
Bailando, aún de mañana,
discoteca es purgatorio.
Desconocen sus canciones,
baladas de amor, de amantes.
Ya no tiemblan, inquietantes
de emoción, los corazones.
© María Teresa Fandiño.
La Coruña.
Poema registrado.
- Autor: María Teresa Fandiño Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de abril de 2019 a las 19:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: María Teresa Fandiño Pérez, Lualpri
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