Silente y traicionera
Un buen día llegaste
Sin pedirme permiso siquiera.
Dentro del corazón te anclaste
Comenzando el suplicio.
Con magos artificios
Y quietud placentera,
Comenzaste a borrar
Del alma, las quimeras
Que retro-alimentaban
Con su luz el soñar.
Nunca te interesaron
Los motivos que tuve
Para feliz guardarlas
Como eficiente bálsamo
Curando mis heridas.
Ellas daban salida
En mis noches de insomnio;
Hoy me amargas la vida
Pues vivo aprisionado
En sombrío manicomio.
¡Dame el grato regalo
De bucear en tus aguas
Para intentar tenerlas
De nuevo en mi pecera
En gratos intervalos.
¡Libera la esperanza!
¡Abre ya la represa
Donde tienes ahogadas
Todas mis remembranzas,
Indeseada tristeza!
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Autor:
pupykuba (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 24 de abril de 2019 a las 22:30
- Comentario del autor sobre el poema: Sin que evitarse pueda la tristeza nos llega.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Flacoflores, Viento de amor, kavanarudén
Offline)
Comentarios1
Le has hecho, un muy tierno pedido a tu tristeza Pupy...
Un muy bello poema.-
Me agrado leerte.-
Un cariñoso saludo.-
Gracias, Ana María. El premio de tus letras penetra con fuerzas. Feliz noche tengas.
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