LA VERDAD SE VOLVIÓ NORMA

LA VERDAD SE VOLVIÓ NORMA

Vuela la flecha cobarde,
que atraviesa el corazón,
para que nada se salve.
Secretos en el jergón,
de los juegos ancestrales,
plasmados en un cartón,
para intentar rescatarles.
Viento con sabor a sales,
sazonando la razón.

La profunda reflexión,
elaborada sin prisa.
Aquella voz interior,
que se revela concisa.
En la delgada cornisa,
en equilibrio constante,
la sinrazón se debate,
para dar la solución.
En la breve transición,
entre la calma y la prisa.

En las intrincadas sendas,
de indecisos caminantes,
que subyugan su entereza,
en pos de bienes banales.
Se postran en la riqueza,
de oropeles adornada,
ajenos a la belleza,
que en la realidad se plasma.
Brillo que sus ojos ciegan,
entre senderos ocultos,
de indescifrables torpezas.

Pensamiento que se acuna,
sobre su preñada idea.
En actitud reflexiva,
para que la luz florezca.
En la repetida suma,
de locuras contrapuestas,
se dilucida la vida,
entre luces y tinieblas.
En las empinadas cuestas,
sembradas de oscuras metas.

La luz brilló entre las nubes,
entre sus negras guedejas.
Iluminó los caminos,
poblados de sombras negras.
Se abrieron nuevos senderos,
sobre la faz de la Tierra.
La verdad se fue colando,
por las intrincadas grietas.
Dejó la muerte un resquicio,
para salvar la belleza.
Y los campos se inundaron,
de exuberante riqueza.

Versos en flor, incipientes,
ahítos de buenas nuevas.
Vientres henchidos de gozo,
de suculentas ideas.
Razones de denso peso,
naciendo de las cabezas.
Como crisol de diamantes,
bañados en las certezas.
El susurro se levanta,
para impulsarse con fuerza.

La verdad se volvió norma,
la razón su compañera.
Ambas de la mano van,
para poblar el planeta.
http://alupego.blogspot.es
27/04/2019