Soledad

Soledad me dijo hoy que aquella estrella que brilla por mi ventana hace millones de años que dejo de existir.

-Soledad no seas tan mala, pateas el bote donde un día guarde todas mis ilusiones.

-Soledad no seas tan mala, haces ruido y ya despertaste todas mis maldiciones.

Cuando ambos andamos de buenas jugamos un poco a las escondidas, primero le toca a ella y yo hago como que busco, luego me toca a mi pero Soledad es buena, tal vez me intuye, tal vez me escucha.

Cuando es de noche nos trasnochamos, ella me cuenta de sus amores mientras yo me bebo otro vaso de depresión. Cuando es de noche yo la contemplo como se duerme en mis brazos, hasta me da ternura y le acaricio su pelo largo.

-Soledad no seas tan buena que no tardo en intoxicarme con tu belleza.

-Soledad no seas tan cínica que no soy bueno al enamorarme.

Cuando ella me deja ya no soy yo, no tengo tino, me vuelvo torpe e inadecuado, digo cosas que no se entienden y me apuro para alejarme. Cuando ella me deja sueño que encuentro a alguien igual que ella, alguien tan vacío que yo completo me guarde adentro para que el mundo cruel y esquivo, que presume vida, placer y futuro, jamás me encuentre y seamos uno.