Hoy por la mañana, antes de salir a la calle
con intenciones aún confusas y más bien diseminadas,
no sé por qué, pero no tuve la menor duda,
podría decir que a mis treinta y tres,
tu ausencia es el sustantivo que señala beneficios,
por ejemplo, el indicio y el efecto de entender
que el que ya no estés, ya no me hace mal,
y me doy cuenta, que ya no te quiero igual.
Ya no te quiero igual, aunque muchas noches
me hayas hablado al oído de manera extravagante,
podría decir que placentera. ¡Ja!
Me puse de rodillas frente ti,
frente a la de siempre y de todos mis días
repetidamente y a pesar de todo,
pero fuiste silencio,
y tu afonía acabó de a poco con mi vida.
Despacito y poco a poco he dejado de quererte.
Has sido una buena ausencia,
de hecho, hoy serias un paisaje perfecto
para los ojos de un ciego que sonríe.
Ya estas siendo anónima, un fantasma,
pronto, el pasado que se mira a los ojos
pero ya no se toca con las yemas de los dedos,
presiento que dentro de poco
completamente un “ya no te quiero”.
Hoy el amor es menor que el que te tuve ayer
a pesar de haber sido pobladora de esta habitación solitaria
y el todo en mi inconsciencia.
No me llores no, porque si lloras
yo deshago las maletas y me quedo
y hoy siento que ya no,
que ya no te quiero igual
que voy mejorando y puedo despertar solo sobre la cama
que para dejar totalmente de quererte
tan solo me falta
lo espinoso,
lo último,
Dejar de verte necesaria.
- Autor: ANGÉLICA CONTRERAS (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de mayo de 2019 a las 15:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, yordanovalen, Lualpri
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