Descansa un poco
y tómate un respiro,
lo necesitas.
Estás cansado,
tus ojos ya no brillan
como otras veces.
En tu figura
se notan los tatuajes
que deja el tiempo.
Aún recuerdo
los ratos que he pasado
junto a tu lado.
Tú me escuchabas,
a ti te confesaba
todas mis penas.
En tu silencio
tenía las respuestas
que precisaba.
También me diste
relatos que guardabas
celosamente.
Eran del mar,
de barcos y marinos
en largos viajes.
Tanto me diste,
que no puedo olvidarte,
¡querido faro!
Rafael Sánchez Ortega ©
19/04/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2019 a las 07:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Lualpri
Comentarios1
Muy bonito
Gracias azulblue
Saludos.
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