Todo fue de repente.
Caminabas despacio viajando hacia la nada.
Caminabas, caminabas.
¿Llorabas? Sí, llorabas…
Y de pronto la muerte pasó
a centímetros de tu existencia,
y hasta la propia muerte pensó
que el auto la mataba.
¿Acaso es suicidio frustrado?
¿Será que a la muerte
los reflejos macabros ya le fallan?
Hubo gritos,
la muerte se detuvo asustada,
y en ese instante salvaste la vida,
porque ella
sorprendida,
no tuvo tiempo de hacer nada,
simplemente quedó paralizada.
En fin, por esta vez no ha ocurrido nada.
Las personas todavía comentan,
la muerte siguió su camino buscando suicidas
y tú reinicias el viaje hacia la nada.
Pero cuídate,
no dejes que las nostalgias hagan crisis,
ni que las crisis te lleven a la desgracia.
No soy policía del tránsito,
ni tengo vocación de guardaespalda.
Tampoco soy funerario voluntario,
solo soy tu Angel de la Guarda..
Frank Calle (11/mayo/2019)
- Autor: Frank Calle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2019 a las 16:04
- Comentario del autor sobre el poema: Con frecuencia utilizo la presencia de la muerte como un personaje más dentro de mi obra. Y como tantas otras veces, en este poema la muerte no culmina su tarea, pues interviene un personaje que siempre trata también de hacer lo suyo.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas, lazaro sosa cruz
Comentarios3
Maravilloso Frank , desde un enfoque distinto , tu sutileza que encontro su forma reoresentativa .-
Te feicito....gran poema.-
Un cariñoso saludo.
Muchas gracias Ana María. Muy bueno saber que el poema ha encontrado opiniones, Siepre al autor le queda la reserva porque a veces uno se enamora de lo que hace, y luego los resultados dicen lo contrario.
Un abrazo,
Frank
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Bonita alegoría de la vida y la muerte y los imprevistos que hacen que una u otra ganen la batalla. Un abrazo fraterno el Quijote de la Rosa
Gracias Quijote, ciertamente el temade la muerte es algo que vengo trabajando desde muy joven, allá por los años 60, pero prácticamente no es la muerte común que aparece de forma macabra en toda la literatura, sino como un personaje más, y generalmente en la trama del texto la muerte fracasa por alguna razón.
Tanto exploté por esos años este asunto de la muerte y la vida, que el trovador cubano Silvio Rodríguez, a quien veía con frecuencia en una peña de entonces, me denominó "poeta de la muerte".
No se si antes le comenté sobre el poema "Cuando la muerte no puede hacer nada", publicado también en el portal.
Me alegra saber que el tema sigue interesando.
Un abrazo,
Frank
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Lindo poema
Gracias azulblue, me aegra saber que el poema ha interesado.
Saludos,
Frank
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