Sobre la depresión

Arturo García

Me siento tan triste, tan solo, todo el tiempo pienso en la felicidad que no he saboreado, todo el tiempo pienso en las penas que he masticado..

Triste es el recordar que no soy parte de nada, soy como una pieza de otro rompecabezas, intento con todas mis fuerzas (tal vez allí el problema) pertenecer a algún lugar, quiero encajar y sin embargo no es lo mio, haga lo que haga, vaya donde vaya no encuentro una respuesta y es que ya no sé que preguntarme.

No pedí nacer y me aterra el morir, una patética ironía... escribo esto mientras grito, mientras lloró, mientras mi ser muere y mi rostro no lo expresa, como me odio a mi mismo, como me odio por amarme.

Recuerdo cuando pensé en la muerte, lloré (como extraño llorar cual niño), era un crió y aún así era triste, sin amigos, sin propósitos, con dudas y mendigando afecto, mendigando aprobación... Me di cuenta "yo soy débil" y el mundo no era para débiles, era un niño que temía a la muerte, era un niño cansado de la vida.

Crecí, ya no era el niño que moría por descansar... Vislumbre una paz que nunca había sentido, me sentí a salvo en una tormenta, volví a conocer al niño que sonreía, al niño que cantaba (como anhelo volver a verlo) ese reflejo duro poco, ese niño que creyó encontrar refugio murió aplastado por fragmentos de un sueño.

Ese niño murió, tal vez tan solo duerme, tal vez solo se fue de viaje, ese niño que me dejo a mi suerte, ese niño era un tonto, y esa era su belleza, él veía el brillo de la noche, él escuchaba el lamento de una mirada, él era un tonto sí, pero era mejor que este pensador.

La vida transcurría, cada segundo se convertía en una ideológica mentira, pensaba con más fuerza pues eso evitaba el sentir, la muerte otra vez volvía, después de todo era una filosófica amiga y una poética huida ...poco a poco su idea me envolvía, me atrapaba y ya no me soltaba, y es que, nunca he sabido de un muerto que se ha quejado, y sin embargo el mundo esta lleno de vivos que sufren, la muerte se quitaba su velo de horror y su rostro era bello, elegante, no era efímero como las risas, revelaba facciones tan serenas y tan honestas, tan diáfanas e inmaculadas.

Torpe, torpe es no besar la muerte, esa es mi resolución... Y es que, oh la bella vida, llena de misterios, creadora de infinitas dudas, quien celosa de aquellos que posee, llena de cobardía a quien dejarla quiere.

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  • Autor: Archie (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 14 de mayo de 2019 a las 03:48
  • Comentario del autor sobre el poema: Escribí esto hace poco más de un año, sí bien no es un poema al menos es poesía...
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 50
  • Usuarios favoritos de este poema: Ágora
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