Era un camino
antiguo y transitado
por el ganado.
Por él pasaba,
llevando sus ovejas,
un pastorcito.
Ojos azules,
carita sonrosada,
un buen guardián.
En el zurrón,
portaba la comida
y unos cuadernos.
Cuando en el campo
pastaban las ovejas
él escribía.
También leía
las letras que las nubes
le iban dictando.
Y así nacían
los versos y las rimas
de sus poemas.
Risas y llantos,
mezclados con balidos,
de las ovejas.
¡Qué hermosos sueños
quedaron atrapados
entre sus versos!
Rafael Sánchez Ortega ©
22/04/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 15 de mayo de 2019 a las 08:09
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Yamila Valenzuela, Iván Terranova Cruz
Comentarios2
un hermoso poema
Gracias azulblue.
Un saludo.
Creo que es la historia, de alguna manera de todo aquel que comienza a escribir... descubriendo su primaria capacidad...
con la tan solo ayuda de su propia inexperiencia... bellísimo mensaje. Yo comencé tal cual.... y me siento orgulloso de
ello. todo lo demás me ha caído gracias a mi propio esfuerzo. Excelente mensaje compañero.
Gracias por tu comentario, Iván.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario, Iván.
Un abrazo.
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