El silencio de la tarde muy ligero me abriga,
pues mi corazón vive muy desesperado,
camino en el prado buscando una amiga,
para contarle todo lo que hoy me ha pasado.
Muy pocos comprenden de mi soledad,
y del camino que nos lleva al infortunio,
cada día voy buscando mi felicidad,
y todos me dicen que volverá en junio.
Con mi mirada contemplo la naturaleza,
el placentero canto de un ave pasajera,
sufro, lloro, canto y rio, con mucha nobleza,
y también recuerdo mis noches de quimera.
Hoy miro con mucha pena que corto es el día,
como pasa la noche tan apresuradamente,
el sol sale muy temprano, la aurora está muy fría,
y tú sigues metido, metido en mi mente.
Pero así es mi mirada tan tierna y placentera,
que veo pasar los días y sigo pensando en ti,
recuerdo tu sonrisa y mi paso se aligera,
y de nuevo me doy cuenta, que estoy sola sin ti.
Me dirán que estoy sufriendo por mi angelical mirada,
pues no saben de mis días que paso sin tu existencia,
recuerdo yo mis noches de pasión de mujer enamorada,
y mis ojos no dejan de mirar al infinito, buscando tu presencia.
- Autor: Federico Mendo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2019 a las 07:07
- Categoría: Amor
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Elena. DC
Comentarios1
Hermoso poema lleno de nostalgia
felicidades y saludos
me encantó leerte
Agradezco tus lindos comentarios y gracias por dejar tu huella en mis versos que con mucho gusto comparto.
Un abrazo para ti
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