Se estremecen las llamas
con el paso del viento,
y también por la brisa
con que aviva los fuegos,
es igual que los niños
a quien rozan su cuerpo
las caricias maternas
que desgranan los dedos,
un rumor invisible
dejan duendes traviesos,
por la piel inocente
que recubre los cuerpos,
y si, acaso, le apuras
te dirán algo cierto
las pupilas divinas
de los ojos sin miedo...
Y es que el hombre madura
con el paso del tiempo
y se muestra valiente
aunque bogue sin remos,
porque, a veces, navega
sin timón, como un ciego,
por la vida infinita
y se olvida del puerto,
y es allí, donde tiene,
su lugar y su puesto,
la razón de sus días
y el presente sincero,
pero ignora la brisa
que le lleva muy lejos
y se duerme en cubierta
aunque sueñe despierto...
"...Se estremecen las llamas
en tus ojos tan bellos,
y también tu sonrisa
al sentir a mis besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2019 a las 08:08
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, mariapdfoxa, Yamila Valenzuela, Lualpri
Comentarios2
Sencillamente hermoso, placer de lectura.
Saludos, feliz día, Alex.
Gracias Alex, feliz día.
Un saludo.
Aplausos !!!
Muy bonito.
Gracias.
Gracias Luis.
Un abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.