ENTRE PENAS Y ALEGRÍAS

alupego (Ángel L. Pérez)

ENTRE PENAS Y ALEGRÍAS

En las aguas del arroyo,
el satélite se mira.
Plateadas sus facciones,
de puro blanco ambarinas.
Ámbar derraman sus ojos,
mientras la Tierra palpita.
Que está soñando despierta,
y durmiendo se desquita.

Razones tiene la magia,
que a los seres embelesa.
Llenando los recovecos,
de las soñadoras venas.
Sutiles hilos que ensartan,
duelos, amor y tristezas,
llevándose de las mentes,
viejas telarañas secas.

Acarician las palabras,
si las emociones llegan,
aunque se detenga el viento,
y se paren los planetas.
El fino filo penetra,
cercenando las tristezas.
Y la caricia se extiende,
en los nervios que despiertan.

La Luna quedó colgando,
mientras por detrás la miran,
los astros y las estrellas.
Sus rayos de pura plata,
van bañando la existencia,
en su eterna duermevela.
El Sol la sigue de cerca,
para en el alba vencerla.

Pétreos rostros se cincelan,
como si de mármol fueran.
Pómulos de pedernal,
con el odio entre sus vetas.
Cortando como el coral,
los fríos ojos en sus cuencas.
Como un tajo son los labios,
prietos como las compuertas,
de un recinto fantasmal.

Motivos da el corazón,
que a la mente la encarcela,
en reductos de emoción.
Los sentimientos la llevan,
a un volcán en erupción,
que la enardece y flagela.
Que la abrasa y vapulea,
en un furioso ciclón.

Matices que se diluyen,
entre gestos de cartón.
Carentes de las emoción,
en las fibras que palpitan,
como ascuas en el fogón.
Matices que son la esencia,
que nace del interior,
de las azarosas vidas.
En la sencilla existencia,
viva junto al corazón.

Manos fuertes de alabastro,
presas en tiernas gargantas.
Como látigos los dedos,
que a las vidas atenazan.
Manos de puro granito,
de puro mármol los brazos,
y de hierro el corazón,
envuelto en óxido y barro.

La Luna posó sus ojos,
sobre los extensos campos,
con la mirada enturbiada,
por el odio y por el fango,
que la verdad arrebatan.
Los ojos de sangre llenos,
enrojecidos de rabia.
Gestos de duda en sus labios,
sobre si mismos cerrados.

Sol que deslumbra la noche.
Sol que la vida ilumina.
Luna y Sol, la misma vida,
que duerme, vela y se afana.
De la mano Sol y Luna,
alternándose sin prisa.
Y los seres deambulando,
entre penas y alegrías.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
22/05/2019

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  • Autor: alupego (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de mayo de 2019 a las 02:04
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 43
  • Usuarios favoritos de este poema: Texi, Amalia Lateano
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Comentarios +

Comentarios3

  • Classman

    Bonitos octosilabos Alupego. Saludos desde Valladolid

  • Amalia Lateano

    Sabes usar perfectamente los tiempos de dolor y desesperanza, tu pluma destila sentimientos de dolor y desazón.
    Mi admiración a tu talento .
    Amalia

  • alupego (Ángel L. Pérez)

    Gracias a todo(a)s
    Cordiales saludos



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