Dichosos los amantes que copulan dormidos y despiertan gozosos, los que llevan bolsitas de infusiones para afilar las cuchillas de las patinadoras, los que miden un día y otro día la temperatura de los ahogados y recogen sus ojos bajo los pisapapeles, dichosos pues por ellos se llenarán de buitres las mecedoras de azúcar. Dichosos los que saludan por la calle y bailan sueltos, los que son los que llevan de balde la nostalgia y se proclaman adictos a los surtidores de gasolina, dichosos pues para ellos habrá un cielo detrás de cada miércoles de ceniza. Dichosos los que adoran a Júpiter y se dicen camaradas de las ranas de Darwin, los que piensan que es tiempo de acometer una nueva eternidad y rescribir en arameo la Ilíada, los que alumbran el mundo con lámparas de carburo y tienen un harén entre las fosas nasales, dichosos pues de ellos será sin duda alguna el hociquito de Blancanieves. Y dichosos los tristes, los chistosos, los locos y los cuerdos, los que llevan la modestia en los labios y los falsos fingidores, dichosos los que cumplen semanalmente y los que se masturban a diario, dichosos pues con ellos habremos concluido oficialmente este período de ostracismo.
más púdicos que Dios y se santiguan delante de los mausoleos,
- Autor: Vicente Martín Martín ( Offline)
- Publicado: 8 de julio de 2010 a las 17:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 840
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Y dichosos los tristes,
los chistosos,
los locos y los cuerdos, los que llevan
la modestia en los labios y los falsos fingidores,
dichosos los que cumplen semanalmente
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