Eché muy de menos niña mía
tu sonrisa forzada,
y tu pena y tu angustia
y tus tráumas.
Eché de menos tu voz contestataria,
y tu forma rara de amar
mientras maltratas.
Eché de menos tu orgullo,
la porfiada actitud de tu mirada,
y tu alma atribulada
que anhela la ternura
y la rechaza...
Te eché de menos, niña mía,
en el cantar del silvo triste
que en el pinar se colaba...
y en la montaña distante
y en la nostalgia cercana
y en la quietud solitaria,
y en los misterios del bosque
te busqué Oh niña mía...
...Y no estabas.
R. Gruger, Jarabacoa, 1984
Comentarios2
Gruger tu poema es un gran poema, te felicito y me quedo con el para llevarlo como uno de mis favoritos. Hay sensibilidad entre palabra y palabra, saludos.
luis
Gracias Luis, son palabras que estimulan. Ustedes son muy generosos. Una pregunta: lo de Rayo es acaso que estás cargado de electricidad?...bueno, es un chiste. Lo que pasa es que en mi país no he oído un apellido igual. Dios te bendiga. R. Gruger
Estimado amigo Gruger, lo de rayo es un apodo, que se me dio desde niño y yo todavía lo conservo. Mis hermanos y en mi casa así me llaman. Te agradezco tu amistad y que Dios te acompañe siempre.
luis
Se me olvida mi estimado amigo, el día de hoy escribí un poema relacionado con los poetas, espero que te agrade.
luis.
En 2 palabras: Me encanta tu poema, me identifique con tus palabras...
saludos!
Dannii. tu bella figura se me hace igual que la "niña" del poema, la que me dejó sólo allá en Jarabacoa. "Te llamé en los misterios del bosque....y no estabas". Dios te bendiga. R. Gruger
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