Cuando nuestra mente está en calma, y sola con el latido
de nuestro corazón, puede sentir la humanidad básica, y
entonces sabemos que los seres humanos son nuestros
hermanos.
Nada más que nuestro propio miedo y desconfianza, nos
pueden separar de nuestros amigos.
Si podemos confiar en los demás, los aceptamos y por
ende disfrutamos de ellos, será entonces cuando nuestra
vida será más rica y plena. Si podemos aceptar a los
demás, eso les ayudará a ser más ellos mismos, siendo
más capaces de aceptarnos.
Cuando nuestra mente está en calma, y sola con el
latido de nuestro corazón, sabemos lo mucho que la
vida nos ha dado; amigos, familia,y la oportunidad de
progresar en la vida.
Es entonces, cuando los pozos de nuestro interior, se
llenan del deseo de vivir con verdadera confianza y
alegría, con seriedad y serio servicio, y, sin embargo,
con más calma en nuestro corazón.
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