AVISO DE AUSENCIA DE Verano Brisas
Ninguna
Ninguna
En días soleados, al ver caer la tarde
como un velo, sobre las cordilleras,
emprendo viaje, imaginariamente,
y miro el mar cual manto desplegado
sobre la imbécil multitud humana.
No llora el mar
sino que cubre de vigor la vida;
mar inmenso, noble mar
donde florecen amores y aventuras,
leyendas, tristezas y alegrías.
Mar primigenio, mar perpetuo
que proyecta esperanzas y recuerdos
sobre el dolido corazón del hombre.
Fuerza me das, inquieto mar,
cuando alejas la muerte que amenaza
blandir su guadaña impenitente,
anunciando dolores y agonías.
- Autor: 000 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de mayo de 2019 a las 15:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Fabio Robles
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