La niebla es velo
que cubre mis días caídos.
La sombra es arena movediza
que me ahoga en mi pasado.
Escapo
dejo atrás sus falsas ilusiones.
Busco respuestas
a interrogantes que no conozco.
La vida,
ese jardín
que se volvió un campo de batalla,
quedó desnuda
ante la energía del amor.
Me abro,
descubro que el miedo me paraliza;
no puedo competir;
nadie coopera con mi existir.
Por el laberinto de mi vida,
camino,
sin encontrar lo prometido.
Allí está,
en mi eterno presente,
en la alta vibración de darse,
en cada instante,
en cada detalle.
Merezco amar,
ser amado.
Mundo irracional
envuelto en un traje emocional.
Desconexión humana,
revolución digital
del "me gusta",
del "comparto" y luego existo.
Experiencia mística,
proyección de la divinidad.
Me regalo al próximo
vestido de amor.
Suelto el niño
que corre delante de su sombra
sintiéndose perseguido.
Descodifico mis miedos...
La sombra del pasado no existe.
- Autor: Walter Rafael Agüero Gomez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de mayo de 2019 a las 14:10
- Comentario del autor sobre el poema: La sombra del pasado nos enferma. Me cansé de sufrir...
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 116
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