Uno sólo de sus dedos frisa mi rostro,
surca su esencia hasta el cuello,
para apearse cabalisticamente
en el que ya es su eterno bósforo.
Sello los ojos y deseo su esponjosa caricia,
sigilosa y tremenda recorre mi piel alterada,
embelesa mi vientre y en arco torna mi dorso.
Mis caderas se prolongan,
el pecho tamboril es clave en su danza,
la pupila se dilata y el corazón se agranda,
el vello se alza venerando su porte.
Todos los jugos afloran en boca, axilas y sexo,
cada poro lo ansía, su aroma me abrasa,
y aunque en ese instante se detiene,
cuando abro los ojos y brindo con los suyos
el éxtasis corporal entera me embriaga.
- Autor: Adhara (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de mayo de 2009 a las 16:16
- Comentario del autor sobre el poema: Para el hombre que me altera la piel... con un sólo roce... con una sóla mirada...a mi extasis total que lo llevas impregnado en tus dedos...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 171
- Usuarios favoritos de este poema: gatet
Comentarios3
Erotismo poético. Las imágenes que describes son tremendamente sensuales, pero pulcramente elaboradas. Intenso el momento. El final muy expresivo.
Saludos, amiga.
Erotismo Puro.
Sales de ti
hacia mi encuentro, génesis reciente,
y yo bebo y respiro
tu exhalación, la rama de tu gozo.
Allí donde se forma
el color de tus brazos enlazados
gira el anillo impar que me contiene
y me extasía de toda tú.
Mi piel también se altera, amada...en eterna secuencia.
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