Sé que no me haces caso,
que no te interesa mi presencia,
que me ignoras aunque sepas que estoy a tu lado.
Te sigo,
siempre te sigo,
eternamente,
aunque ni siquiera me conoces,
apenas ni te enteras de mi existencia.
Pero yo insisto,
incansablemente siempre
aunque me tires la puerta de golpe,
aunque te escondas dentro de tu cuarto,
ni siquiera así te libras,
solo la oscuridad me detiene,
si apagas la pequeña lámpara
de la mesa de noche;
si caminas en la oscuridad que detesto,
y me roba tu presencia.
Simplemente sin ti no existo,
sin ti desaparezco
porque yo soy
tu sombra.
Frank Calle (27/mayo/2019)
que no te interesa mi presencia,
que me ignoras aunque sepas que estoy a tu lado.
Te sigo,
siempre te sigo,
eternamente,
aunque ni siquiera me conoces,
apenas ni te enteras de mi existencia.
Pero yo insisto,
incansablemente siempre
aunque me tires la puerta de golpe,
aunque te escondas dentro de tu cuarto,
ni siquiera así te libras,
solo la oscuridad me detiene,
si apagas la pequeña lámpara
de la mesa de noche;
si caminas en la oscuridad que detesto,
y me roba tu presencia.
Simplemente sin ti no existo,
sin ti desaparezco
porque yo soy
tu sombra.
Frank Calle (27/mayo/2019)
- Autor: Frank Calle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de mayo de 2019 a las 00:18
- Comentario del autor sobre el poema: ¿Nunca le ha parecido que alguien le sigue para todas partes? Pues resulta que a todos nos sucede lo mismo...
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: anbel
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